Salgo a la calle. Noche nublada, noche de frío. Salgo a la calle, camino. Huyo. Es una éspoca especial. Víspera de navidad. Quizá nieve esta noche. Quien sabe.
Navidad, tiempo de alegría, tiempo de paz. Cuánta luz ilumina las calles. Titilea y se refleja en las gotas de lluvia y en los castillos de cristal. Me pregunto si esta moda de materiales reflectantes tiene propósitos navideños. Refulgen las luces y recuerdan un poco al resplandecer de las velas.
Navidad, recuerdo de un sueño soñado. Días de fantasía. No cantan aedos, sólo oigo villancicos -de CD, por supuesto. Y las luces, lo más apasionante de la feria, lo bañan todo en una maravillosa irrealidad. Gentes que sonríen, gentes que lloran. Curiosa contraposición.
Navidad, época pasada. Moderno embeleco. Disfraz de buenos propósitos. Navidad, analogía de fe. Prueba de humanidad. Época de intenciones corteses, de amores caballerescos. Se mezclan, como líquido, lo antiguo con lo contemporáneo. Y las creencias medievales se muestran de repente como la impronta que son. Qué camino marcaron. Qué delimitado.
Navidad, badulaque del ahora. Afeite canalla, condimento inusitado.
Vuelvo a casa. Hace frío. Las ciudades se rinden a la insulsa navidad. A la merecida minúscula. Quizás nieve esta noche. Quien sabe.
Es que Diciembre tiene lo suyo. Siempre. Y cuesta tanto desenmascararlo...
ResponderEliminarNavidad, tiempo de amor, tiempo de paz.
ResponderEliminarAbro el güisqui y lo mezclo con cubitos de agua.
Salgo a la terraza y me apoyo en el pretil.
En el edificio de enfrente un señor se asoma a la ventana.
Le miro fijamente.
Él también.
Cuarenta metros de oxígeno, nitrógeno y argón, sin forma definida ni color, nos separan. Aire.
Al fondo el bramido de la autopista.
Y allí estamos los dos, solos y mirándonos.
...
Pasa un rato sin que pase nada.
...
Me decido.
Levanto mi mano derecha.
Él repite el gesto.
Levanto la izquierda.
Me imita.
...
Muevo la cabeza de izquierda a derecha.
Lo hace.
Dejo el vaso y cruzo los brazos.
Él también.
...
Entre los siete mil millones de seres humanos que hay en el Mundo, somos dos.
A la vez y en el mismo sitio.
...
Vale. Vamos a hacerlo.
Grito:
¡¡¡FELIIIIIIIIIIZZZ NAVIDAÁÁÁÁÁÁÁÁÁÁA´!!!
...
El embotellamiento ahogó mi grito.
Espero.
No hay respuesta.
Tengo frío.
Voy para dentro.
Y cuando me vuelvo oigo un sonido ahogado en la bóveda celeste.
¡¡ feliiiii, navidáaa!!
Flojito.
...
El tonto de mi vecino lejano está apagando y encendiendo las luces de su habitación.
Y el tontolaba de mi misma mismidad, esboza una sonrisa.
Mientras tanto, la ciudad ruge.
Ávida.
Driver
No sé si lo has escrito a propósito, Carmina. Observo que utilizas dos términos aparentemente iguales: Navidad y navidad. Tu última navidad no es Navidad. Sólo es el papel que la envuelve y con lo que nos hemos quedado. ¿Cuánto tiempo hace que no abrimos el paquete evuelto con luces de colores, estrellitas horteras a veces... afeites, condimentos? ¿Alegres porque son unas fechas de color rojo en el calendario y se supone que toca estar alegres? He ahí la cuestión. ¿Qué es la Navidad y qué nos venden en navidad?
ResponderEliminarUn besiño
Feliz Navidad, con Buena Noticia para ti, Rumbo.
ResponderEliminarUn abrazo.
ADRAGANTE
ResponderEliminarEMERSION
PROVIDO
No fui provido y..., un poco por curiosidad y un mucho por curiosidad, quedé atrapado en aquel perfume adragante de por vida.
ResponderEliminarMe resultó imposible efectuar ninguna emersión a la superficie de la maldad.
Prendido del perfume de la belleza.
A mil metros de profundidad.
Driver metomentodo.
Mc.- D, mi eterno caballero,
ResponderEliminarembeleco seductor,
badulaque de postín,
de aedos contador,
sempiterno ... embaucador.
Cual hipógrifo violento,
cual próvido tormento,
cual insistente escribidor,
te pones graciosín
y hasta malvado .... un poquitin.
No me pondré interesante,
dejaré el semblante,
el ánimo adargante,
y en emersión constante,
te enviaré, en un instante,
¡un capón paralizante!
Vuestro capón me llegó,
ResponderEliminarcon la potencia de un ciclón.
Aturdido, caí al suelo,
aturdido, desconcertado,
y un poquito...
un poquito enamorado.
Mas cuando se me pasó,
y volví al mundo real,
raudo descubrí el engaño,
pues no era mi pulso el que por vos latía,
sino la ats,
que mi cabeza,
con vendas envolvía.
Entonces me pregunté,
en una nube de estulticia,
qué sería de la amistad,
si no tuviéramos,
de forma tan frecuente,
tanto dolor,
tanta prisa.
Os echo de menos a menudo,
a vos y a vuestro marío,
pues rodeado como estoy,
de reyes, ministros y sabiondos,
no encuentro el momento,
de sustraerme al encanto,
de la gente más corriente,
aquella que me llena el alma,
con los sables,
con los dientes.
Vivo en un sinvivir,
pues de altas cumbres espero,
una señal de los cielos,
o un simple temblor de tierra,
que me anuncie de forma precisa,
la sutileza de vuestra risa.
Dónde podría llegar,
qué alturas escalaría,
si recibiera de sus labios,
una bronca cada día.
No os creáis de lo que digo,
ni la mitad de mis palabras,
pues ya me conocéis,
y sabéis que por un lado van,
...las palabras,
y por otro,
...las más imposibles de las hazañas.
No me conoceréis,
hasta que un día muy temprano,
me rogéis un imposible,
una batalla perdida,
un favor de caballero,
algo que pueda,
demostraros mi valía.
Pues amigos... haberlos hay.
Pero os recuerdo señora,
que la prueba de amistad,
se obtiene cuando NO se tiene razón,
pues si la razón te adorna,
el amor os rodea,
la salud os fortalece,
y la fortuna os persiguiera,
¿quién a la amistad acude?
Nadie, ni uno siquiera.
Pero es bueno tener,
a un seguidor impasible,
pues los amigos,
mi señora,
son como los c.....s.
Loa amigos son,
para las grandes ocasiones.
Driver.
Joeeeeeeeeeeeeeeeeee:
ResponderEliminarasínosevalequeyonoseripiarcontantaenergía......
¡Oh amiga!
ResponderEliminarSi yo os contara
que cada día,
para desayunar,
no tomo un bollejo,
sino gasolina...
superestar.
Driver.