Mi cabeza ha dicho basta. Entre desamores que son amores, amistades enemistadas, solidaridad de palabra y fiebrecilla constante, mi cabeza ha dicho basta y no quiere oír ni una palabra más. Ahora sólo puedo dedicarme unas palabras, aunque claro, la musa está en las musarañas y lidiamos con lo que podemos, tanto ella como yo.
Sin embargo, no es una broma. De tanta psicología inversa, directa, de a derechas y del revés, mi cerebro no procesa, mis ojos no ven y mis amados oídos no oyen palabras. Y que pesadez ser sorda. Cuando una dice en urgencias que va porque no oye, enfermeros, asistentes y médicos se obcecan en hablar como si no sucediera nada. Incluso pronuncian lento, por si la gracia de dios te ha proporcionado –milagrosamente- el saber de leer los labios.
Al final sales de allí como si nada. Dos horas de espera para que te insten a visitar un otorrino, al que no puedes llamar porque los oídos siguen negándose a mostrarte qué grita el mundo. Entre tanto, me he encontrado con familiares –también en la salita- he visitado a mi jefe y he ido en busca de un tren. A las primeras no las oía, al segundo tampoco y al tercero, suerte que estaba en la ciudad condal y que tienen pantallas, porque si llego a estar en Altafulla me subo al primer tren que pasa y hago realidad el sueño de mi madre: salir de Cat. y ver todo ese mundillo que se nos escapa aquí.
Aunque os digo una cosa: si me toca “el-campamento-americano-especializado-en-integrar-socialmente-a-niños-con-problemas-de-oído” me apunto y no vuelvo. Que ya no sé si es el servicio o la sociedad, pero de tanto pensarlo mi cabeza ha dicho basta y me ha dejado sorda. Sorda, con fiebre, enamorada, enemistada y con ganas de salir del reino catalán. Y no sólo de irme, sino de irme a las Américas.
Caramba, Carmina. ¿Sorda de sorda? Me explico...¿Tu otitis te ha dejado sorda físicamente o psicológicamente? Porque también puede ser que no quieras oír nada más durante una temporada. No serías ni la primera ni la última que toma una decisión tan drástica.
ResponderEliminarEntre amores, amistades y demás... Pues sí. EEUU es un buen lugar para un campamento. Tooodo un señor océano que te separa de la rutina y la barretina de Catalonia.
¡Ah! Pero no has pensado en mí, ¿eh? ¿Y lo que te voy a echar de menos? En fin , querida y joven amiga. Que la sordera no te acompañe demasiados días. Cuídate.
Un besiño
No hace falta que te vayas a las Américas.
ResponderEliminarAl doblar una esquina te vas a encontrar nuevas posibilidades.
Seguro.
...
Todos nos pegamos algún zamorrazo al doblar alguna curva.
Llevamos el coche con roces, magulladuras, raspones y desconchados.
Son los riesgos de conducir.
Pero..., mientras el motor responda, los neumáticos no estén pinchados y los frenos medio funcionen..., no hay problema.
Volantazo, cambio de marcha, bajar las ventanillas, sentir el aire fresco y...
A seguir conduciendo.
Demos gracias a Dios, Nuestro Señor, por estas pequeñas cosas: la sordera retorna en escritura.
ResponderEliminarY de la buena: concreta, específica y honda.
Bueno, es eso o es la alegría de ver que empiezas a entender ....
En todo caso, alegría ....
Con Dios, niña.
Hasta ahora lo mejor, Rumbo. Más claro, más limpio, más sencillo. Sorda y todo, lo mejor. Me alegro de que vuelvas.
ResponderEliminarGRITOOOOO.... QUE "ME SE" OIGA, oye...(últimamente estoy más que habituada a vivir con sordos, y sólo oyen, aquello que les interesa... que lo he visto... jajajajaja... así que si no oyes es que las cosas carecen de interés... a veces pasa)
ResponderEliminarY... habrá que salir a buscar el sonido, digo yo también... allende de los mares o allende de la vuelta de la quinta esquina (o pino). Nunca se sabe.
Me alegra tu vuelta.
Saludos.
Hola! Siento no haber contestado hasta ahora... he estado sorda y un poquito ocupada. Aceptad mis disculpas.
ResponderEliminarMuchas gracias por vuestros comentarios. Ya me he curado :) Así que voy a ponerme de nuevo al día con el blog. He pasado una época de sequía literaria.
Besos a todos!