Mi hijo pequeño es un ser noble. Tiene todas esas virtudes que desean las personas frívolas. Lo que mejor le describe es la eutropelia. Porque todo lo llena de templanza y honestidad. Sus momentos de ocio y todos los demás.
Sin embargo, a veces, no encuentra en los demás jóvenes el apoyo que necesitaría. La aldea, de vez en cuando, es un mundo demasiado cerrado. Por eso no termina de crecer. Por eso sigue siendo un joven. Pero tuvo la suerte de nacer el día de la Buena Estrella. La festividad de la Estrella Brillante. Lo que le ayudará en su futuro.
Aún así, a su madre y a mí, nos preocupa que, al no sentirse comprendido, no sea capaz de destruir su cobijadura. Es tan fácil amoldarse a los demás que al final puede resultar imposible ser uno mismo. Él chico no lo ve así. Pero si no sale a la luz, deturpará su personalidad.
Pobre chico... Sin embargo lo importante es sobreponerse a esa incomprensión...
ResponderEliminar"Puedo mirar con agrado casi todo lo que me ha ocurrido, ya sean alegrías o penas; los acontecimientos me han conducido hasta ahora como a un niño."
Nietzsche
Estas entradas espero que tengan una proyección de libro... Sería el primero en leerte.
Un saludo Carmina y que sigas con tu Rumbo fijo
eso intento. Creo que me he vuelto blogger-adicta. Como me pasó en su día con otras páginas que tienen menos interés y son menos productivas (como facebook y demás)
ResponderEliminarUn saludo, Antonio.